Que el flujo de sangre por las arterias disminuya o incluso se detenga es una condición clínica grave que pone en riesgo la vida de la persona y que requiere tratamiento de forma inmediata.
Pol Bertran Prieto
Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
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Por insuficiencia arterial entendemos cualquier patología o afección clínica que provoca una disminución o incluso una interrupción del flujo de sangre a través de las arterias, que son los vasos sanguíneos que llevan la sangre cargada de oxígeno a todos los órganos y tejidos del organismo.
Se trata de una condición clínica grave que puede ser causante de complicaciones serias para la salud, pudiendo incluso poner en peligro la vida de la persona. Esta gravedad dependerá de cuáles son las arterias afectadas por la insuficiencia.
Y es que si las arterias dañadas son las del corazón, aumenta el riesgo de padecer un ataque cardíaco. Si son las del cerebro, puede causar un accidente cerebrovascular. Si afecta a las arterias de la pierna, puede provocar gangrenas.
Por ello, dada la variedad de síntomas que puede presentar y que a menudo pueden pasar desapercibidos o ser confundidos con los de otras enfermedades menos graves, en el artículo de hoy haremos un repaso de las causas que llevan a sufrir insuficiencia arterial, así como los signos clínicos más frecuentes y los tratamientos disponibles actualmente.
Qué es la insuficiencia arterial?
La insuficiencia arterial es una condición clínica en la que no hay el flujo adecuado de sangre a través de las arterias, algo que suele venir provocado por una enfermedad conocida como aterosclerosis. Esta patología causa un “endurecimiento” de las arterias ya que el material graso, conocido popularmente como placa, se acumula en las paredes de estos vasos sanguíneos, haciendo que se vuelvan rígidos y estrechos.
A consecuencia de esta acumulación de placa en las paredes de las arterias, pues, el flujo sanguíneo empieza a ralentizarse hasta el punto de poder llegar a bloquearse, algo que, dependiendo de la arteria y de su localización, puede ser muy grave.
Esta enfermedad cardiovascular también puede derivar en, si la placa se rompe, la formación de un coágulo sanguíneo que, de igual manera, es un problema de salud grave que requiere de intervención inmediata.
Causas
La causa de muchos casos de insuficiencia arterial sigue sin estar demasiado clara, aunque se sabe que es un trastorno que va desarrollándose poco a poco y de manera gradual, empezando a veces incluso en la infancia.
La insuficiencia arterial se trata, por lo tanto, de una enfermedad lenta que empieza cuando las paredes de las arterias empiezan a dañarse o a acumular placa. Esta placa está formada básicamente por grasas y colesterol, además de otras sustancias.
Las causas más comunes, pues, son las que aumentan el riesgo de daño a los vasos sanguíneos y de formación de placa en las arterias: hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, obesidad, diabetes, artritis y otras enfermedades inflamatorias, niveles altos de triglicéridos, falta de actividad física, dieta poco sana…
Todas estas circunstancias hacen que la persona sea más propensa a que en determinadas arterias empiecen a acumularse grasas, colesterol y las propias células del sistema inmune que van a “reparar” los daños y lesiones que aparecen en los vasos sanguíneos.
Síntomas
El estrechamiento de las arterias no tiene síntomas hasta que el flujo de sangre a través de ellas está bastante obstruido, es decir, hasta que se llega a la insuficiencia arterial propiamente dicha. Hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad de desarrollo gradual, por lo que los síntomas empezarán siendo muy leves - casi imperceptibles - pero hay que estar atento a ellos, especialmente si se cumple con alguno de los factores de riesgo anteriormente mencionados.
La sintomatología dependerá de qué arterias estén afectadas, es decir, la región del cuerpo más expuesta a los problemas de la insuficiencia arterial. Si son las arterias del corazón las que se han estrechado demasiado, es posible que la persona note presión en el pecho o incluso, ya en etapas más avanzadas, dolor.
Si la insuficiencia arterial está presente en las extremidades, tanto las inferiores como las inferiores, es común notar calambres, entumecimiento e incluso dolor al caminar o hacer esfuerzos físicos. La de las piernas es una de las formas de la enfermedad más frecuentes.
Si los problemas están en las arterias que transportan la sangre al cerebro, los síntomas son muy variados, pudiendo incluir los siguientes: dificultad para hablar, entumecimiento de extremidades, debilidad, pérdidas momentáneas de visión e incluso leves parálisis de los músculos faciales.
Lo cierto es que puede desarrollarse en cualquier región de nuestro cuerpo, aunque en la mayoría de partes no da síntomas de su presencia, al menos no suficientes como para hacer saltar las alarmas. En cambio, estas tres circunstancias que hemos visto sí que dan señales para alertar a la persona y que así pueda solicitar atención médica cuanto antes.
Complicaciones
El principal problema de la insuficiencia arterial es que, de no actuar rápido, puede derivar en complicaciones graves. Y es que si progresa demasiado, puede provocar que los tejidos y/o órganos que conectan con las células dañadas dejen de recibir el aporte necesario de sangre, con las carencias de oxígeno y nutrientes que esto implica.
Por lo tanto, las principales complicaciones de la insuficiencia arterial vienen dadas por el hecho que, en caso de que afecte a órganos vitales, estos ya no puedan cumplir con su función, algo que evidentemente pone en peligro la vida de la persona.
De nuevo, las complicaciones dependen de la región del cuerpo donde esté localizada la insuficiencia arterial. En caso de que afecte al corazón, la insuficiencia arterial puede causar un ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca, que es un trastorno en el que el corazón no puede bombear la sangre con suficiente fuerza para que llegue a todo el cuerpo.
Si las arterias dañadas son las del cerebro, la insuficiencia arterial puede provocar un ictus, una emergencia médica en la que las células del cerebro empiezan a morir al no recibir el oxígeno y nutrientes necesarios.
Cuando sucede en las extremidades, es posible que la insuficiencia arterial provoque una gangrena, es decir, que el tejido de los brazos o de las piernas empiece a morir y sea necesaria una amputación para evitar la muerte de la persona.
Si son los riñones los que no reciben suficiente sangre, es posible que se sufra insuficiencia renal, una condición grave en la que los riñones dejan de funcionar y el organismo no puede eliminar las sustancias de desecho.
Además, se forme donde se forme, una insuficiencia arterial en cualquier parte del cuerpo puede provocar un aneurisma, que es una situación en la que las arterias se dilatan más allá de sus posibilidades y pueden “estallar”, provocando un sangrado interno que pone en peligro la vida.
Prevención
La insuficiencia arterial es un problema de salud “fácilmente” prevenible ya que, aunque el componente genético exista, los hábitos de vida que se adquieren tienen un peso mayor. Hay muchas maneras de prevenir la formación de placa en las arterias.
Llevar una dieta variada y equilibrada, hacer deporte de forma regular, hacerse análisis periódicos de colesterol, mantener un peso acorde a la edad y la altura, dejar de fumar, etc, son las mejores maneras de prevenir el desarrollo de la insuficiencia arterial.
Tratamiento
Los mismos hábitos que hemos visto para la prevención suelen ser también el mejor tratamiento. Cuanto antes se diagnostique el trastorno y antes empiecen a adoptarse cambios en el estilo de vida, más probable será que se revierta la situación y se reduzca el riesgo de desarrollar las complicaciones anteriormente mencionadas.
De todos modos, en caso de que el trastorno sea más grave de lo normal, se haya diagnosticado tarde, no responda a los cambios en el estilo de vida y/o haya riesgo de que aparezcan las complicaciones, hay disponibles distintos tratamientos médicos que consiguen resolver el problema de insuficiencia arterial.
La elección serán los fármacos o, si el paciente no responde a ellos, los procedimientos quirúrgicos. Los medicamentos dependerán del problema de fondo que haya llevado a sufrir la insuficiencia arterial. En función de esto, el médico receterá fármacos para reducir el colesterol, para frenar la formación de placa, para rebajar la presión arterial, para controlar la diabetes… Normalmente, estos fármacos suelen ser bastante efectivos y ralentizan notablemente el trastorno, reduciendo en gran medida las probabilidades de desarrollar complicaciones graves.
En caso de que los medicamentos no funcionen y/o la persona esté cerca de desarrollar problemas de salud graves a causa de la insuficiencia arterial, es posible que deba pasar por el quirófano. Existen distintos procedimientos quirúrgicos y el médico optará por uno u otro dependiendo de la región del cuerpo afectada.
La angioplastia es una operación en la que el médico inserta un catéter en la arteria bloqueada y se introduce una especie de malla que se hincha y ayuda a mantener la arteria abierta, permitiendo así el flujo de sangre a través de ella.
Otro procedimiento es la endarterectomía, una práctica quirúrgica en la que se extrae mecánicamente la placa de las arterias para que estas recuperen el flujo sanguíneo normal. Existen otros procedimientos, algunos de los cuales incluyen la inyección de medicamentos que disuelven la placa o cirugías de reconstrucción de las paredes de las arterias dañadas.
Referencias bibliográficas
Lahoz, C., Mostaza, J.M. (2007) “La aterosclerosis como enfermedad sistémica”. Revista Española de Cardiología.
Bartomeu Ruiz, A., Zambón Rados, D. (2002) “La placa aterogénica: fisiopatología y consecuencias clínicas”. Medicina Integral.
Mota, R., Homeister, J.W., Willis, M.S., Bahnson, E.M. (2017) “Atherosclerosis: Pathogenesis, Genetics and Experimental Models”. John Wiley & Sons.
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