La gripe es una de las enfermedades más comunes en el mundo y hay distintos tipos de virus responsables de que desarrollemos esta patología.
Pol Bertran Prieto
Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
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La gripe es, sin duda, una de las enfermedades más frecuentes del mundo. Y es que cada año hasta el 15% de la población es infectada por los virus causantes de la gripe. Se trata de una enfermedad estacional que va circulando año tras año por el mundo.
Y a diferencia de otras enfermedades, el cuerpo no siempre desarrolla inmunidad frente a ella, pues el virus está constantemente mutando, por lo que suele ser una “novedad” para nuestro sistema inmune, que se ve incapaz de reconocerlo y eliminarlo antes de que nos cause la patología.
A pesar de que no suele ser grave, sí que puede derivar en complicaciones serias en la población de riesgo: ancianos, inmunodeprimidos, embarazadas, etc. Esto, junto a su enorme incidencia, hace que la gripe sea responsable cada año de entre 300.000 y 600.000 defunciones.
Pero no todas las gripes son iguales. Existen distintos tipos de virus capaces de hacernos pasar por un proceso gripal. Por ello, en el artículo de hoy haremos un repaso de cuáles son los principales virus de la gripe.
Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad vírica causada por el virus “Influenza”, del cual se conocen tres subtipos capaces de hacer que desarrollemos esta patología: A, B y C. Más adelante los analizaremos individualmente.
Sea como sea, estos virus tienen la capacidad de transmitirse entre personas a través del aire, lo que convierte a la gripe en una enfermedad muy contagiosa. Una vez llega a una persona sana, infecta las células de la nariz, garganta y pulmones.
Esto provoca una sintomatología que, si bien no suele ser grave a no ser que se esté dentro de la población de riesgo, puede resultar muy molesta. De todos modos, la enfermedad suele remitir por sí sola después de una semana.
Seguimos sin cura para la gripe, por lo que el tratamiento consiste en hacer reposo en cama y tomar antiinflamatorios para aliviar los síntomas, aunque habrá que esperar a que el cuerpo elimine el virus por sí solo. Eso sí, disponemos de vacunas que, aunque el virus esté mutando siempre, se elaboran de acuerdo al tipo de virus que estuviera circulando en la última estación. No son 100% efectivas pero siguen siendo nuestra mejor estrategia de prevención.
Contagio de los virus
Sea el tipo que sea, los virus de la gripe se transmiten entre personas por el aire. En una persona enferma, el virus se encuentra en las mucosas de su sistema respiratorio, por lo que las gotículas respiratorias que expulsamos al hablar, toser o estornudar contienen partículas víricas.
Aunque no pueda vivir demasiado tiempo fuera de la persona, si había una persona sana cerca, es posible que esta inhale accidentalmente las gotículas, permitiendo así la entrada del virus a su aparato respiratorio.
De todos modos, los distintos tipos de virus de la gripe también pueden transmitirse sin un contacto directo entre enfermo y sano. Y es que las gotículas respiratorias pueden caer en la superficie de objetos inanimados como monedas, picaportes, mesas, teléfonos, etc, los cuales quedan contaminados y si son tocados por otra persona que posteriormente se lleva las manos a la cara, puede ser una vía de contagio. Aunque hay que recordar que aguanta pocas horas en la superficie de estos objetos.
Una vez tenemos el virus, somos contagiosos desde aproximadamente un día antes de que surjan los primeros síntomas, que es el período más peligroso ya que las probabilidades de propagarlo son mucho mayores, hasta unos cinco días después de que empiecen.
Síntomas
Aunque como veremos a continuación hay matices en función de qué tipo de virus de la gripe se trate, la sintomatología es bastante similar entre ellos. Los síntomas tardan pocos días en aparecer después del contagio y, aunque al principio pueda confundirse con un resfriado común, empeoran rápidamente.
Los signos clínicos de la gripe son los siguientes y son los mismos para los 3 tipos de virus que veremos a continuación: fiebre de más de 38 °C, dolor en los músculos, dolor de garganta, problemas gastrointestinales, dolor de cabeza, debilidad y fatiga, congestión o goteo nasal, calambres musculares, sudoración nocturna y escalofríos.
De todos modos, algunos tipos de virus de la gripe son más agresivos que otros y esta sintomatología puede ser más o menos grave en función de cuál sea el que esté circulando por el mundo ese año. Los síntomas no suelen ir más allá de estos y la enfermedad tiende a remitir por sí sola antes de la semana, notando mejorías a los 3-5 días.
El problema viene con la población de riesgo (inmunodeprimidos, ancianos, embarazadas, asmáticos, diabéticos, enfermos de cáncer y personas con patologías respiratorias, cardíacas, hepáticas o renales previas), en cuyo caso la gripe puede ser más peligrosa.
Entre ellos, es posible que la gripe derive en complicaciones graves como la neumonía o en el empeoramiento de sus condiciones clínicas previas. Por ello, las personas más sensibles pueden requerir de hospitalización para controlar los síntomas y evitar que aparezcan los problemas de salud más serios.
Cuáles son los tipos de virus de la gripe?
“Influenzavirus” es una especie vírica que dispone de cuatro tipos distintos: A, B, C y D. Pero solo los tres primeros causan gripe en humanos. El subtipo D afecta principalmente al ganado y no parece provocar ninguna infección en la personas.
Por ello, nos centraremos en analizar los tipos A, B y C, teniendo en cuenta que el A y el B son los responsables de la mayoría de gripes y que el C es el de menor importancia a nivel de salud pública.
1. Influenzavirus A
La virus de la gripe de tipo A son los más agresivos y a la vez más frecuentes. El influenzavirus A, a su vez, se clasifica en distintos subtipos en función de cómo son las proteínas que lo recubren. Actualmente los subtipos que están circulando por el mundo son el H1N1 y el H3N2.
El virus H1N1 ha mutado varias veces a lo largo de la historia. Fue el responsable de la Gripe Española de 1918, una de las pandemias más devastadoras de la historia de la humanidad, causante de entre 50 y 100 millones de muertes, acabando así con cerca del 6% de la población mundial.
También fue responsable de la gripe porcina de 2009, en la que una variante de este virus que atacaba a los cerdos, sufrió una serie de mutaciones que le permitieron dar el salto a los humanos. Esta pandemia fue responsable de unas 18.500 muertes en todo el mundo.
La cepa H3N2, por su parte, tuvo su origen en la epidemia de Hong Kong de 1968, donde causó cerca de 1 millón de muertes. A día de hoy variaciones de este subtipo continúan circulando por el mundo.
Actualmente, los virus que nos causan la gripe cada año proceden normalmente de mutaciones de estos dos tipos de virus, aunque su sintomatología es menos grave. Recordemos que a los patógenos no les interesa ser muy mortales, pues si su hospedador muere, ellos también.
Los virus de tipo A son los que provocan más casos ya que de los tres tipos, son los que tienen una mayor capacidad para mutar. Por lo tanto, nunca llegamos a desarrollar una inmunidad suficiente para evitar que nos infecten.
Además, el hecho de que puedan encontrarse también en otros animales además de los humanos posibilita que sucedan pandemias como las anteriormente mencionadas.
2. Influenzavirus B
Influenzavirus B también es muy común y suele circular todas las temporadas de gripe. Es responsable de menos casos ya que, pese a ser muy similar en cuanto a sintomatología y características, su capacidad de mutación es menor.
Los subtipos más frecuentes de la gripe B son los que se conocen como B/Yamagata y B/Victoria. De todos modos, la importancia epidemiológica del tipo B es menor que la del A ya que muta hasta tres veces más lentamente que el A.
Los virus B son más estables, por lo que solemos desarrollar inmunidad hacia ellos a edades tempranas. Los niños son los más afectados por este tipo de virus gripales, pero una vez hayan pasado la enfermedad, suelen estar protegidos de por vida.
De todos modos, sigue siendo responsable de un número importante de casos todos los años. Por ello, las autoridades sanitarias se esfuerzan en incluir los dos subtipos de este virus en la vacunas que se comercializan cada año para la gripe.
El hecho de que el virus no pueda encontrarse en el interior de otros animales además de los humanos hace que no pueda causar pandemias como las del tipo A.
3. Influenzavirus C
El Influenzavirus C también causa gripe en humanos, aunque es el de menor relevancia desde el punto epidemiológico. Y es que además de tener una baja capacidad de mutación, es el que provoca una sintomatología más leve. Por ello, a parte de que solemos desarrollar inmunidad para evitar que nos infecte, muchas veces se confunde con otras enfermedades respiratorias leves. Incluso es posible que no haya síntomas.
Referencias bibliográficas
World Health Organization. (2018) “Influenza”. WHO.
Centers for Disease Control and Prevention. (2012) “Influenza (Gripe)”. CDC.
Solórzano Santos, F., Miranda Novales, G. (2009) “Influenza”. Medigraphic.
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