Este tipo de cáncer se desarrolla en las células productoras de mucosidad que recubren el estómago y es uno de los más comunes en el mundo.
Pol Bertran Prieto
Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
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Cada año se diagnostican en el mundo 1 millón de nuevos casos de cáncer de estómago. Se trata de uno de los tipos de cáncer más frecuentes y peligrosos, pues generalmente no se detecta hasta que ha diseminado a otros tejidos u órganos, por lo que tiene una baja tasa de supervivencia.
Si el diagnóstico es precoz y el tratamiento se inicia lo antes posible, las posibilidades de que la persona se recupere son mucho más altas. Por ello, es importante conocer la naturaleza del cáncer de estómago, lo que ayudará a estar alerta de las señales clínicas.
Esto es lo que haremos en el artículo de hoy. Analizaremos qué es el cáncer de estómago, detallando tanto sus causas como sus síntomas, así como las técnicas de prevención, los factores de riesgo asociados a él, el diagnóstico y los tratamientos disponibles.
Qué es el cáncer de estómago?
Como cualquier tipo de cáncer, consiste en un crecimiento anómalo y descontrolado de las células de nuestro propio cuerpo, las cuales, a causa de una mutación en su material genético, pierden la capacidad de regular la velocidad a la que se reproducen.
Esto hace que crezcan más de lo que deben, lo que acaba provocando la formación de un tumor, el cual puede ser maligno y recibir la categoría de cáncer.
El de estómago es aquel tipo de cáncer que se desarrolla en las células productoras de mucosidad del estómago, generalmente en la parte superior de este. Por lo tanto, es el cáncer que aparece en la mucosa gástrica.
Esta mucosa consiste en un epitelio que recubre el estómago y que está formado por células que tienen la función de segregar moco, una sustancia que protege al propio estómago de los ácidos y enzimas digestivas que este alberga.
Pese a que el cáncer puede desarrollarse en el cuerpo del estómago, es decir, en la parte donde ocurre la digestión, lo más común es que lo haga en la parte superior, una zona que conecta con el esófago y que recibe el nombre de unión gastroesofágica. Es más común en hombres y a partir de los 65 años de edad.
Causas
El cáncer de estómago se desarrolla cuando las células productoras de mucosidad de este sufren alteraciones en su material genético, las cuales hacen que estas crezcan sin control y acaben dando lugar a un cáncer.
Esta aparición de mutaciones es un proceso que se da de forma espontánea a medida que las células van dividiéndose, por lo que en ocasiones el cáncer se desarrolla sin una causa aparente.
De todos modos, hay determinadas situaciones o conductas que aumentan el riesgo de padecer cáncer de estómago, pues existen compuestos que aumentan el daño celular, haciendo que sea más probable que las células sufran mutaciones que acaben derivando en un cáncer.
Una de las principales causas de sufrir cáncer de estómago es padecer la enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno caracterizado porque el ácido estomacal sube al esófago, lo que provoca una irritación de la mucosa que acaba dañándola. Si esta afección no se trata, aumenta las probabilidades de que las células de la unión gastroesofágica deriven en cáncer.
Otra de las causas más claras es el tabaquismo, pues el humo del tabaco contiene muchas sustancias cancerígenas que pueden dañar las células del estómago, aumentando en gran medida las posibilidades de que se desarrolle el cáncer.
Además, existen otros factores de riesgo que, pese a no ser causa directa, sí que están relacionados con desarrollar cáncer de estómago: obesidad, dieta con alta cantidad de alimentos ahumados y salados, dieta con baja cantidad de frutas y verduras, haber sufrido una infección estomacal por parte de “Helicobacter pylori”, ser hombre, sufrir anemia, haber padecido inflamación estomacal durante mucho tiempo, etc.
Síntomas
Dado que no suele dar síntomas en las etapas iniciales es difícil diagnosticarlo precozmente, lo que lo convierte en un tipo de cáncer muy peligroso. La indigestión y las molestias estomacales suelen ser señales de que el cáncer se encuentra en una fase temprana de desarrollo, pero hay infinidad de otros trastornos que tienen la misma sintomatología, por lo que muchas veces estos signos clínicos se pasan por alto.
Estos dos síntomas son debidos a que las células de la mucosa gástrica que se han convertido en tumorales han perdido la funcionalidad, por lo que ya no protegen de los ácidos estomacales y notamos molestias que a menudo son leves.
Los síntomas más típicos del cáncer de estómago no aparecen hasta etapas más avanzadas en las que queda poco tiempo de reacción antes de que disemine a otros órganos y pueda resultar fatal. Por ello, hay que estar muy atento a los siguientes síntomas y a solicitar atención médica inmediatamente en caso de que se sufran:
Vómitos frecuentes
Pérdida de peso inexplicable
Sangre en las heces
Ictericia (coloración amarillenta de la piel)
Dificultad para tragar
Sensación de hinchazón en el estómago
Fatiga y debilidad
Ardor estomacal
Dolor estomacal
Indigestión
Náuseas
Saciedad rápida
Dado que estos síntomas aparecen en etapas avanzadas y que no siempre se solicita atención médica, la mayoría de cánceres de estómago empiezan a tratarse demasiado tarde. Esto hace que tenga una tasa de supervivencia más baja que otros cánceres.
Por lo tanto, es muy importante estar alerta de estos síntomas e ir al médico en caso de que haya la menor sospecha de que se puede sufrir esta enfermedad. Un diagnóstico precoz aumenta enormemente las probabilidades de que el tratamiento sea exitoso.
Prevención
Muchos casos de cáncer de estómago se desarrollan sin causa aparente, por lo que es imposible establecer medidas de prevención del todo eficaces. De todos modos, sí que existen algunas formas de prevenir su desarrollo, pues existen maneras de reducir la posibilidad de que las células productoras de mucosa gástrica sean dañadas.
En primer lugar, es importante realizar ejercicio físico. Los estudios demuestran que incluir la actividad física en el día a día reduce la probabilidad de padecer cáncer de estómago, pues la obesidad es un factor de riesgo importante y con el deporte, esta se evita. Además, mejora el estado de salud general.
En segundo lugar, hay que vigilar la dieta. Es de vital importancia incluir frutas y verduras a la alimentación y reducir el consumo de alimentos ahumados y salados. También hay que evitar todos aquellos alimentos ultraprocesados y la comida rápida, pues contribuyen a la obesidad.
En tercer lugar, cuidado con el tabaquismo. Es importante no empezar a fumar y, en caso de que se fume, dejar de hacerlo. El tabaco es causa directa no solo del cáncer de estómago, sino de muchos otros tipos, especialmente el de pulmón.
Por último, es muy importante someterse a revisiones periódicas con el médico si se cumple con alguno de los factores de riesgo. Los hombres mayores de 65 años, las personas con antecedentes familiares de cáncer de estómago, pacientes que hayan tenido inflamación o infecciones estomacales, etc, todos estos deberían controlarse con mayor o menor frecuencia.
Diagnóstico
Un diagnóstico precoz es vital para aumentar las posibilidades de supervivencia. El paciente debe estar atento a los síntomas y, ante la menor sospecha, acudir al médico.
Una vez ahí, el médico realizará en primer lugar una exploración física del paciente para descartar otros trastornos que cursan con una sintomatología similar. Si tiene dudas, continuará con el diagnóstico.
La detección suele realizarse mediante una endoscopia, un procedimiento que consiste en introducir un tubo delgado con una cámara en la punta por la garganta hasta llegar al estómago. El médico observa las imágenes a tiempo real a través de una pantalla y va moviendo el tubo en búsqueda de crecimientos celulares anómalos en el estómago.
Muchas veces esto es suficiente para diagnosticar un cáncer de estómago. Sin embargo, a menudo el médico puede solicitar la realización de una biopsia (tomar muestra de tejido estomacal) para terminar de confirmar o no la presencia de un cáncer.
Posteriormente, para determinar en qué etapa se encuentra el cáncer, el médico solicitará pruebas de diagnóstico por imagen (generalmente tomografía computarizada) e incluso realizará cirugías exploratorias para determinar si el tumor se ha diseminado a otros tejidos u órganos del cuerpo.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la naturaleza del cáncer, de la etapa de desarrollo en la que se encuentre, de si está localizado o ha diseminado y del estado de salud del paciente.
Si el cáncer se diagnostica en las etapas iniciales, es posible que un cirugía de extirpación sea suficiente. De todos modos, dado que la mayoría no suelen detectarse hasta que está en etapas más avanzadas, esto no es lo más común.
Normalmente, el tratamiento del cáncer de estómago suele requerir radioterapia, quimioterapia, administración de medicamentos, inmunoterapia o combinación de ellos.
En caso de que sea tratado cuando todavía está localizado en el estómago, cerca del 70 % de las personas se recuperan si reciben el tratamiento adecuado. Si se ha propagado fuera del estómago pero sigue en regiones cercanas a él, la tasa de supervivencia baja hasta el 31 %. En caso de que no se haya diagnosticado a tiempo y haya diseminado a otros órganos vitales, la tasa de supervivencia es cercana al 5 %.
Por lo tanto, es imprescindible acudir periódicamente al médico para hacer revisiones, adoptar las medidas preventivas que hemos detallado y estar alerta siempre de los síntomas, especialmente si se está dentro de la población de riesgo.
Referencias bibliográficas
Mustafa, M., Menon, J., Muniandy, R.K. et al (2017) “Gastric Cancer: Risk Factors, Diagnosis and Management”. Journal of Dental and Medical Sciences.
American Cancer Society. (2017) “About Stomach Cancer”. American Cancer Society.
Fundación Contra el Cáncer. (2011) “Cáncer de Estómago: Guía para Pacientes”. European Society for Medical Oncology.
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