Las molestias en la faringe pueden tener causas muy diversas. Veamos las mejores formas de combatir, tanto con remedios caseros como con fármacos, el dolor de garganta.

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Pol Bertran Prieto

Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber

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Resfriado, gripe, alergias, fumar, amigdalitis, sequedad, infecciones bacterianas, tensión muscular e incluso tumores. Hay muchísimas patologías o circunstancias que pueden provocar un dolor o irritación de garganta que suele empeorar al tragar y que, en ocasiones, puede ser muy molesto.

La faringitis es un trastorno caracterizado por la inflamación de la faringe, el conducto situado en el cuello que forma parte del aparato tanto respiratorio como digestivo y que popularmente se conoce como garganta. Esta inflamación conduce al dolor, la tos, la dificultad para tragar y la sensación de picazón en la garganta.

Como hemos dicho, la faringitis tiene muchas causas distintas, pues también puede ser un síntoma secundario de otra afección que no tiene por qué estar localizada en la propia garganta. Por ello, cada caso requiere de un tratamiento especial.

De todos modos, la faringitis no suele ser señal (excepto en casos muy puntuales) de nada grave, pues el resfriado y la gripe son sus principales detonantes. Aun así, en el artículo de hoy, sabiendo que el dolor de garganta puede ser algo muy molesto, te traemos una selección de los mejores y más eficaces remedios para aliviar la sintomatología de la faringitis.

Cómo se puede prevenir y tratar el dolor de garganta?

La faringe es un conducto situado en el cuello que comunica la boca con el esófago y las fosas nasales con la laringe, siendo así su función la de conducir los alimentos y líquidos que bebemos y el aire que inhalamos, respectivamente.

Conocida popularmente como garganta, la faringe es un órgano tubular de naturaleza muscular y de unos 15 centímetros de longitud y entre 2 y 5 centímetros de diámetro que está revestido por una membrana mucosa que, al estar expuesta tanto a las inclemencias del medio como al ataque de patógenos, es muy común que se irrite e inflame, momento en el que aparece la faringitis y el consecuente dolor de garganta. Veamos cómo puede abordarse en casa y, en casos más graves, con atención médica.

De hecho, si el dolor de garganta es extrañamente intenso o se prolonga más de una semana y/o viene acompañado de dificultad para abrir la boca, falta de aliento, gran dificultad para tragar, dolor en articulaciones, dolor de oído, fiebre de más de 38,3 °C, erupciones cutáneas, sangre en la saliva, bulto en el cuello o ronquera intensa que no mejora, lo mejor es acudir al médico, pues lo más probable es que haya un problema más grave que una simple faringitis que deba tratarse con antibióticos (si hay una infección bacteriana que tiene que solucionarse) e incluso con otras intervenciones clínicas.

1. Humidifica el aire

Si no experimentas ninguna de las complicaciones que hemos visto, los consejos que presentaremos serán, casi con total seguridad, suficientes para que el dolor de garganta desaparezca más rápido o, al menos, que veas la sintomatología aliviada.

El primer consejo es el de humidificar el aire del hogar. La baja humedad en el aire es común en los meses de invierno, justo cuando la incidencia del resfriado y la gripe (las dos principales causas del dolor de garganta) son mayores. Esta baja humedad reseca la membrana mucosa, haciendo que sea más probable que se irrite y que sufra el ataque de patógenos.

Lo mejor es hacerte con un humidificador para así mantener los niveles de humedad entre el 40% y el 60%, asegurándote de mantener una adecuada limpieza para que en su interior no proliferen gérmenes. Eso sí, la humedad no puede estar por encima de estos valores, pues se invertiría el efecto.

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2. Evita agentes irritantes

El tabaco y los productos de limpieza más agresivos que son volátiles son los principales agentes irritantes de la garganta que se encuentran en los hogares. El humo de los cigarrillos y los vapores de estos productos de limpieza irritan la membrana mucosa de la faringe, cosa que estimula tanto la aparición del dolor de garganta como el empeoramiento del mismo.

3. Haz gárgaras con agua salada

Un “remedio de la abuela” que no falla. Hacer gárgaras con un vaso de agua tibia y media cucharada de sal durante medio minuto es suficiente para que las células de la membrana mucosa de la faringe absorban esta sal y se reduzca la inflamación. Ahora bien, no tendría que hacerse más de tres veces al día, pues esto haría que dicha membrana mucosa perdiera demasiada agua, cosa que tendría el efecto contrario al que buscamos.

4. Toma bebidas calientes

Los caldos, el té, el café, la sopa… Las bebidas calientes pueden mejorar la sintomatología de la faringitis y reducir el dolor de garganta. Eso sí, intenta que los caldos sean de pollo o de vegetales, pues las de tomate son ácidas (y tienen el efecto contrario) y las ricas en lácteos aumentan la producción de mucosidad y empeoran la sintomatología.

5. Aplica frío

El frío reduce la inflamación en cualquier parte del cuerpo. Y la faringe no es una excepción. Beber bebidas frías o comer helados, pese a que popularmente se crea que es malo para el dolor de garganta, puede ser muy útil para reducir las molestias de la faringitis.

6. Duerme y descansa

La mayoría de casos de dolor de garganta se deben a procesos infecciosos y, como sucede siempre, uno de los mejores consejos es descansar y dormir mucho. De este modo, podemos dedicar las energías a estimular el sistema inmunitario para que este combata de forma más eficaz el problema que ha desencadenado el dolor de garganta.

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7. No fuerces la voz

Igual que cuando sufrimos una lesión en el brazo debemos dejar que este repose, con la faringitis sucede lo mismo. Tenemos que conseguir que sus estructuras asociadas (incluidas las cuerdas vocales) descansen durante unos tres días. Al hacer menos esfuerzos, la inflamación desaparecerá más rápido. Por ello, es importante hablar lo menos posible y hacerlo siempre sin alzar demasiado la voz.

8. Bebe muchos líquidos

Para resolver la inflamación de la faringe, es imprescindible que su membrana mucosa de revestimiento esté bien hidratada. Por ello, es importante beber muchos líquidos a lo largo del día. La recomendación general es de 3,7 litros para los hombres y 2,7 litros para las mujeres.

9. Prueba los remedios a base de hierbas

La medicina alternativa no tiene muchos fundamentos a nivel científico, pero sí es cierto que muchas personas parecen mejorar después de tomar productos a base de hierbas para el dolor de garganta. El ulmus rubra, la raíz de regaliz y la raíz de malvavisco son tres remedios naturales que parecen ser útiles. Ahora bien, es importante recalcar que los niños, mujeres embarazadas y personas con patologías no deberían tomarlos, pues pueden ser peligrosos en ciertas cantidades.

10. Chupa caramelos

Los caramelos y pastillas para chupar son un buen remedio, especialmente aquellas que se obtienen en farmacias y que contienen sustancias que reducen la inflamación de la faringe. Todas estas opciones son buenas para aliviar el dolor de garganta, aunque por el riesgo de atragantarse, no pueden darse a niños pequeños.

11. Usa (solo si es necesario) analgésicos sin receta

Ibuprofeno, paracetamol, naproxeno, aspirina, diclofenaco… Hay muchos analgésicos y antiinflamatorios de venta libre cuya administración, evidentemente, puede reducir el dolor de garganta. Aun así, no se recomienda tomarlos ante un cuadro leve de faringitis. No solo por sus efectos secundarios, sino porque, en caso de que la inflamación se deba a una infección, el sistema inmune será menos eficaz a la hora de combatirla. Ahora bien, si crees que es necesario, por supuesto que puedes tomarlos. Pero que sea como última opción.

12. Come miel

La miel es una sustancia con un potente efecto antiséptico, es decir, de destrucción de microorganismos. Y paralelamente, ha demostrado ser un eficaz supresor de la tos. Por ambas razones, tomar miel (sola o con infusión de té) puede ser un buen remedio para combatir el dolor de garganta. Evidentemente, ni es un medicamento ni es la panacea, pero, junto a los otros remedios que estamos viendo, puede ayudar. (Nota: no olvides que los menores de 1 año no pueden tomar miel).

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13. Eleva la cabeza

Si el dolor de garganta viene acompañado de congestión nasal (algo muy habitual), tenemos que ayudar al cuerpo a respirar mejor. Si dormimos con congestión, respiraremos toda la noche por la boca, cosa que resecará la garganta y empeorará la faringitis, entrando así en un círculo vicioso. Por ello, se recomienda dormir con una o dos almohadas adicionales (a parte de la que ya tengas), pues la elevación de la cabeza permite respirar mejor y reducir el impacto de la congestión.

14. Toma una ducha caliente

Sin abrasarte, claro, las duchas calientes son una buena idea cuando sufrimos dolor de garganta. Los vapores que se emitan funcionarán como un humidificador, aportando humedad a la garganta y favoreciendo la lubricación de la membrana mucosa de la faringe. Unos cinco minutos es más que suficiente (y no tendría que alargarse porque entonces pasaría a ser dañino) para favorecer la salud de la garganta.

15. Usa un paño caliente

Colocar un paño caliente alrededor del cuello cuando tenemos dolor de garganta, además de ser agradable, mejora la circulación sanguínea hacia la zona de la faringe, algo que permite que la inflamación de la misma se reduzca, al mismo tiempo que disminuye el dolor y los músculos se relajan.

16. Bebe bicarbonato de sodio y limón

Tanto el bicarbonato como el limón tienen propiedades antibacterianas, por lo que tomar entre uno y dos vasos de este preparado (sí, no está demasiado bueno, pero el fin lo justifica) puede ser útil para resolver las infecciones asociadas a la faringitis.

17. Prueba las infusiones de salvia

Está comprobado científicamente que la salvia contiene sustancias antiinflamatorias, por lo que tomar infusiones de esta planta (también puedes conseguir sprays) puede calmar el dolor de garganta. (Nota: hay estudios que indican que la salvia puede ser tóxica para los fetos en desarrollo, por lo que no la tomes si estás embarazada).

18. Prueba las infusiones de regaliz

La regaliz, al igual que la salvia, tiene propiedades antiinflamatorias y, además, cierto efecto antibacteriano. Por ello, tomar infusiones de esta planta puede ayudar a mejorar el estado de la faringe y a reducir la sintomatología de la faringitis. Evidentemente, no es la cura perfecta, pero sí que puede ayudar.

19. Te atreves con el picante?

Sí, es extraño que recomendemos alimentos picantes para tratar el dolor de garganta, pero las últimas investigaciones indican que la sustancia que activa los receptores térmicos de la lengua y que es responsable del “sabor” picante, la capsaicina, tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos notorios. Por ello, si te atreves con el picante, a pesar de que al principio todo nos queme, después puede mejorar la sintomatología de la faringitis.

20. Evita los alimentos sólidos

Mientras tengamos faringitis, es importante evitar todos aquellos alimentos sólidos difíciles de tragar. Si sentimos dolor al tragarlos es porque está habiendo roces con la membrana mucosa faríngea irritada e inflamada, algo que solo hará que alargar el problema. Por ello, se recomienda que basemos nuestra dieta en sopas y alimentos fáciles de deglutir.