La afonía es una pérdida de voz parcial que se manifiesta con ronquera e incluso casi total, pudiendo generar simplemente susurros. Veamos por qué sucede esto y qué podemos hacer cuando nos quedamos afónicos.
Pol Bertran Prieto
Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
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Una de las proezas biológicas más importantes de la historia evolutiva humana es, sin duda, el desarrollo de nuestro aparato fonador, aquel que nos permite generar unos sonidos lo suficientemente complejos como para hacer posible la existencia del que es el pilar de nuestra especie y la clave diferencial con otros animales: la comunicación verbal.
Este sistema vocal humano es el conjunto de estructuras y tejidos capaces de generar y ampliar sonidos para que así, gracias tanto a los órganos de respiración (faringe, laringe, tráquea, pulmones y diafragma) como de los de fonación (laringe, cuerdas vocales, faringe, cavidad nasal y cavidad bucal), así como de los de articulación (glotis, paladar, lengua, dientes y labios), dispongamos de una voz que nos permita comunicarnos.
Ni qué decir tiene que la generación de la voz es un proceso increíblemente complejo en lo que a fisiología se refiere. Solo tenemos que ver la diversidad de órganos que participan en el proceso. Así que no es de extrañar que lesiones o problemas en estas estructuras respiratorias, de fonación y de articulación puedan ocasionar problemas en ella, incluida su pérdida parcial o total.
Estamos hablando de la afonía, un concepto clínico que designa la pérdida de la voz. Es, en términos más coloquiales, “quedarse afónico”. Todos hemos perdido la voz alguna vez durante un tiempo más o menos largo, pero como hay veces en las que es necesario recuperarla lo antes posible, en el artículo de hoy hemos preparado una selección de los mejores remedios para combatir la afonía. Vamos allá.
Qué es la afonía y por qué nos quedamos afónicos?
La afonía es un concepto médico que designa una pérdida de voz parcial o total. En caso de que la persona presente una afonía parcial, presentará ronquera, pero si esta afonía es total, solamente podrá hablar generando susurros. Se trata de una pérdida de la capacidad de generar sonidos que aparece de forma súbita o gradual, dependiendo de la causa.
Y es ahora cuando debemos entender por qué nos quedamos afónicos. La afonía está vinculada a disfunciones en las cuerdas vocales o alteraciones en su estructura, en problemas de coordinación muscular debido a daños en los nervios de la región e incluso por trastornos psicológicos.
Sea como sea, las causas detrás de esta afonía suelen ser un sobreesfuerzo de la voz (de ahí que afecte tanto a cantantes y profesores), el exceso de frío, el uso excesivo de aire acondicionado, sufrir reflujo gastroesofágico, abusar de sustancias que irritan el aparato fonador (como el alcohol y el tabaco), sufrir trastornos respiratorios, haber pasado por una intervención quirúrgica que ha dañado el aparato fonador, sufrir una inflamación de la laringe, padecer reacciones alérgicas a nivel respiratorio, aparición de nódulos o pólipos en las cuerdas vocales, pasar por cambios bruscos de temperatura…
Como vemos, la diversidad de causas detrás de la afonía son muchas y muy variadas (y ni siquiera hemos entrado a hablar de las causas neurológicas y psicológicas, que también existen), de ahí que prácticamente todos nos quedemos afónicos con mayor o menor frecuencia. Y por eso mismo tenemos que saber cómo combatirla.
Cómo puedo recuperar la voz después de quedarme afónico?
Como hemos visto, sea cual sea la causa (que son muchas), la afonía generalmente siempre aparece, a excepción de desencadenantes neurológicos o psicológicos, por lesiones, daños, alteraciones o problemas en algún componente del aparato fonador, especialmente las cuerdas vocales y la laringe.
Así pues, para combatir la afonía, tendremos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para mejorar su salud, estimular su recuperación y potenciar que vuelvan a funcionar con normalidad. Y aunque no todos los consejos que se presentan a continuación son totalmente eficaces por sí solos, combinados entre ellos sí que pueden ayudarte mucho a recuperar la voz cuando te has quedado afónico o afónica.
1. Descansa la voz
Igual que cuando un futbolista se lesiona tiene que estar un tiempo sin jugar a fútbol, con la afonía pasa exactamente lo mismo. Y si el consejo de descansar la voz es el primero es porque de verdad es el más importante.
Para combatir la afonía y recuperar antes la voz es esencial que la descansemos. De hecho, cuando aparece, tendríamos que intentar hablar lo menos posible durante unos 2-3 días y, en caso de que sea absolutamente necesario, deberíamos hacerlo a volumen muy bajo. De este modo, se acelerará la recuperación de nuestro aparato fonador.
2. Hidrátate mucho
Mantenernos hidratados es importante absolutamente siempre. Pero cuando tenemos algún problema en las vías respiratorias, todavía más. Y daños en la laringe o en las cuerdas vocales que derivan en afonía requieren de una correcta hidratación. Cuando estamos afónicos, tenemos que beber mucha agua para mantener este aparato fonador muy hidratado y así conseguir tanto una minimización de los daños como una aceleración de la recuperación.
3. Evita toser
Toser y carraspear es una reacción natural del cuerpo cuando hay daños en el sistema respiratorio. Y aunque a veces la afonía venga acompañada (dependiendo de la causa) de necesidad de toser, es importante que, en la medida de lo posible, reprimamos este impulso. La tos solo hará que los daños en el aparato fonador aumenten. Siempre tenemos la opción de tomar antitusivos.
4. No respires por la boca
Cuando respiramos por la boca, estamos introduciendo un aire particularmente frío y cargado de partículas nocivas. En cambio, cuando inhalamos por la nariz, las vellosidades en las fosas nasales retienen estas partículas dañinas y calientan (junto con el hecho de que el recorrido del aire es mayor) el aire para que, al llegar a la zona de la garganta, esté más limpio y templado. Así pues, siempre (pero especialmente cuando estamos afónicos) tenemos que evitar inhalar por la boca y hacerlo por la nariz.
5. Evita ambientes ruidosos
El ruido directamente no afecta a la voz, pero sí de forma indirecta. Como hemos dicho, algo esencial para recuperar la voz después de quedarnos afónicos es no forzarla. ¿Qué pasará si estamos en un ambiente con mucho ruido? Exacto, que nos obligará a hablar más fuerte. Así pues, en la medida de lo posible, deberíamos evitar lugares especialmente ruidosos.
6. Evita las sustancias irritantes
Especialmente el alcohol y el tabaco pero también la cafeína y los alimentos picantes irritan y deshidratan las zonas del aparato fonador. Y esta irritación y deshidratación solo harán que empeorar la situación y reducir la velocidad de recuperación. Así pues, cuando estés intentando recuperarte de una afonía, deberías evitar todas estas sustancias.
7. No comas alimentos fríos, calientes o picantes
Seguimos con las cosas a evitar. Como hemos dicho, los alimentos picantes irritan (debido a su contenido en capsaicina) las estructuras del aparato fonador, por lo que en caso de afonía están totalmente desaconsejados. Pero es que además, los alimentos tanto muy fríos como muy calientes también pueden ralentizar la recuperación. Así pues, alimentos templados y sin picante. Esa tiene que ser nuestra dieta.
8. Prueba a hacer ejercicios de voz
La terapia foniatra ha demostrado ser muy beneficiosa si se inicia el mismo día en el que aparece la afonía. Evidentemente, estos ejercicios de voz con un especialista solamente se suelen valorar en caso de cantantes que necesitan recuperar rápidamente la voz. Pero si tú, por lo que sea, también lo necesitas, puedes ponerte en contacto con un profesional.
9. Prueba con los humidificadores de vapor frío
Los humidificadores de vapor frío han mostrado ser muy positivos para recuperar la voz después de quedarnos afónicos, pues favorecen la entrada de aire a los pulmones, alivian las molestias en el aparato fonador, reducen la irritación de las estructuras de la garganta y mantienen la zona más hidratada. Por todo ello, son una muy buena opción.
10. Prueba con las pastillas para chupar
Las pastillas para chupar, como por ejemplo las Strepsils, son muy positivas para tratar la afonía, pues gracias a las sustancias que contienen, además de tener acción antiséptica (que esto en este caso no nos interesa demasiado), alivian las molestias en la garganta, hidratan la región y reducen la inflamación de las estructuras del aparato fonador.
11. Haz gárgaras con agua y sal
Realmente, una alternativa al anterior punto por si no queremos comprar las pastillas para chupar. Hacer gárgaras con agua y una pellizca de sal (o con bicarbonato sódico, no importa) es un buen remedio natural para calmar la irritación de las cuerdas vocales, suavizar las molestias de la garganta y favorecer la recuperación de la voz.
12. Prueba con remedios naturales
Dejamos ya para el final todos los remedios naturales o, más bien dicho, “remedios de la abuela”. No hay evidencia científica de que realmente sean formas totalmente efectivas de combatir la afonía, pero su uso tradicional y las opiniones de muchas personas hacen pensar que realmente se trata de formas de recuperar la voz más deprisa.
Aquí tenemos infusiones de jengibre, infusiones de manzanilla, preparados de cebolla y miel, preparados de piña y miel, infusiones de salvia, preparados de miel, limón y aceite de oliva, regaliz, propóleo, vinagre de manzana, jarabe de cebolla y azúcar, romero… Como decimos, no podemos garantizar su efectividad y siempre recomendaremos el uso de los anteriores remedios que hemos visto, pero tal vez sí que sean un buen complemento de los mismos.
13. Consulta con el médico
Por último y algo que solo se debe contemplar en casos muy recurrentes y graves de afonía que no tienen una causa clara y que no se resuelven con los remedios que hemos visto, entonces deberíamos ir al médico. Es posible que la afonía se deba entonces a un problema más grave más allá de una simple irritación de garganta.
Puede ser que se trate de la manifestación de un trastorno psicológico, de daños neurológicos en los nervios que coordinan las cuerdas vocales, de una enfermedad por reflujo gastroesofágico, de la aparición de pólipos en estas cuerdas vocales e incluso del desarrollo de un tumor en la zona de la garganta. Evidentemente, el tratamiento dependerá de la causa exacta, pudiendo ser necesaria, como se puede intuir, una intervención quirúrgica.
Pero, como decimos, la inmensa mayoría de casos de afonía se deben a irritaciones en la laringe o las cuerdas vocales que se resuelven sin mayores complicaciones a los pocos días de descansar la voz y cuidar, con hidratación y sustancias que las alivien, a las estructuras del aparato fonador.
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